Julio Delfino
El autor es el presidente del Centro de Navegación
Marcelo Manera

Todo lo relacionado a la Hidrovía Paraná-paraguay ha sido últimamente objeto de “bullying” con alto tinte peyorativo que poco tiene que ver con la problemática real vigente. Se escucha hablar de narcotráfico, contrabando y coimas asociados a la vía navegable troncal, combinando ello en forma poco clara con nociones bastardeadas tales como federalismo, soberanía, control e incluso cuestiones de género, manchando indiscriminadamente tanto a autoridades (Aduana, Prefectura y Migraciones) como a los operadores privados que intervienen en la cadena logística (exportadores, importadores, despachantes, agentes marítimos y de carga y terminales).

La Argentina está bendecida con ríos que permiten acercar el barco a la carga de la manera menos dañina para el medioambiente. Históricamente, los argentinos supimos transformar esos ríos en verdaderas vías navegables, especialmente durante los últimos 26 años, cuando se logró dragar dicha “autopista del agua” por donde transita más del 80% de nuestro comercio exterior, potenciando indiscutiblemente el desarrollo económico de nuestro país.

Intervenciones e indefiniciones políticas determinaron postergaciones de la relicitación del contrato de concesión que vencía el 30 de abril de 2021, derivando ello en una primera prórroga por 90 días, que nos dejó al mismo concesionario sin ninguna mejora en obras de infraestructura o quita en el costo del peaje, aun cuando el capital invertido haya sido por demás amortizado durante esos 26 años.

En pocos días la AGP debería asumir como nuevo concesionario de la Hidrovía gestionando el cobro del peaje, si bien todavía no se sabe quién ejecutará los trabajos de dragado, atento la incapacidad técnica que la propia Autoridad tiene para efectuarlos, lo que naturalmente abona las chances de caer en una “extensión sui generis” del contrato. Los barcos cargados upriver hoy cuentan con menos de 28 pies de calado para operar carga, cuando por contrato se debiera garantizar al menos 34 pies. Desde ya que la bajante extraordinaria potenció dicha merma, pero es su combinación con la falta de un mantenimiento debidamente proyectado por parte del Estado, lo que nos lleva a una situación de lamentable retroceso en la VNT.

¿Tendremos que esperar un año más sin mejoras, para que podamos contar con un aceptable pliego de licitación a largo plazo? Desde el Centro de Navegación, ya hemos presentado a las Autoridades un trabajo de análisis técnico que incluye la opinión de la Cámara de Practicaje, especificando detalladamente cada una de las obras necesarias a realizar; y un trabajo de análisis tarifario en el cual en forma inédita logramos consensuar una sola estrategia entre cruceristas, containeros, gaseros, graneleros y car carriers, para introducir en la licitación una fórmula de peaje equitativa, teniendo en cuenta las particularidades de cada barco y su distancia efectiva recorrida, creando un escenario que baja costos y donde todos ganan.

No podemos abandonar la licitación de la Hidrovía en la prórroga de la prórroga. La competitividad de nuestro comercio exterior no puede seguir dañándose indefinidamente. La Argentina necesita como el aire, exportar e importar para crecer y recuperar miles de puestos de trabajo que dignificaron a muchos argentinos que ya no pueden esperar más. Y para ello, resulta fundamental potenciar nuestra Hidrovía.

Fuente: https://www.despachantesargentinos.com/detalle_noticia.php?id=33483

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