Una disputa que incluye fallos desoídos por el Gobierno mantiene prácticamente paralizadas, desde hace ya dos meses, las operaciones en la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires, por la que en circunstancias normales se mueven unos 220.000 contenedores TEU al año, que representan el 25% del volumen total que pasa por el puerto.

El 30 de abril pasado, la Administración General de Puertos -AGP, a cargo del interventor José Beni, un dirigente del Instituto Patria- emitió dos addendas para prorrogar hasta 2024 los contratos de cuatro de las cinco terminales del Puerto porteño: las 1, 2 y 3, a cargo de TRP, de Dubai Ports World, una firma de los Emiratos asociada a nivel local con el empresario Alfredo Román; y la 4, que opera APM, que pertenece a la danesa Maersk.

El paquete incluyó que la operación de la terminal 5, en la que viene trabajando Bactssa desde la privatización del puerto en 1994, fuera absorbida por el Estado y «anexada» a la que tiene a cargo Maersk.https://f0d70ae292a95297bd81a83e8b08b8d2.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Sin embargo, Bactssa obtuvo una cautelar favorable en el fuero en lo Contencioso Administrativo Federal por la extensión hasta noviembre de su contrato, que vencía en mayo.

El viernes culminó el plazo que había establecido la Justicia para que la Aduana le permitiera funcionar con normalidad, pero, en los hechos, la empresa sigue sin poder operar desde hace dos meses, con unas pérdidas de unos u$s 5 millones por mes. El hecho, además, está generando un congestionamiento en el puerto.

Bactssa, controlada por el holding asiático Hutchinson Ports, tiene 1000 empleados y factura unos u$s 75 millones anuales.

Cuando, después de anular la licitación que había iniciado el macrismo, el Ministerio de Trabajo decidió el año pasado la prórroga de las demás concesiones, Bactssa fue a la Justicia por entender que tenía que negociar en las mismas condiciones que las otras firmas, pero el juez en lo contencioso administrativo Enrique López Regueira rechazó el reclamo presentado en septiembre del año pasado.

Quince días antes del vencimiento del contrato de Bactssa, previsto en mayo de este año, la AGP firmó las addendas con las que prorrogó hasta 2024 sin licitación los contratos de las terminales 1,2,3, por un lado, y de la 4, por el otro; en esta última addenda, puntualizó que, ante el inminente fin del vínculo con Bactssa, iba a notificar a la Dirección General de Aduanas para que implementara «en forma inmediata todos los procedimientos necesarios para habilitar la operación de la superficie que por la presente se incorpora a la concesión de Terminal 4 S.A.». Así, hasta 2024 la Terminal 5 pasaba a poder de APM (Maersk), que sumaba una nueva terminal, mientras las tres restantes seguían siendo controladas por TRP, de Dubai Ports.

Bactssa apeló entonces ante la Cámara del fuero y consiguió un amparo que le permite seguir funcionando por al menos seis meses más, hasta que se resuelva el fondo del reclamo. La empresa confía que en noviembre pueda renovar el plazo por otros seis meses.

Sin embargo, la firma denunció que no está pudiendo trabajar en la Terminal 5 por no tener la aprobación de la Aduana. El 8 de julio, la justicia en lo Contencioso Administrativo Federal intimó a la AFIP, la Aduana, la Prefectura y la AGP a que en cinco días hábiles diera cumplimiento a la cautelar, pero Bactssa asegura, pese a que establecieron diálogos con la Aduana y les aseguraron que estaban trabajando en la habilitación, hasta ahora no tuvieron novedades.

En su reclamo judicial, la compañía señala que siguió pagando los cánones incluso en estos dos últimos meses en los que no pudo operar.

Fuente: el cronista.com

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